La COP29 en Bakú ha sido una de las COP más difíciles que recuerdo. Estuvo muy cerca del fracaso y ha terminado con un acuerdo decepcionante. Pero es un acuerdo en el que el mundo puede basarse en 2025. El Acuerdo de París está vivo, y estamos avanzando, aunque no lo bastante rápido.

Los 300 mil millones de dólares al año comprometidos por los países ricos para 2035 en la COP29 están 90 mil millones de dólares por debajo de la cantidad necesaria para implementar el Acuerdo de París. Esto no es ni de lejos suficiente para apoyar a los países en desarrollo que no han causado la crisis climática pero que están experimentando sus peores impactos. Sin embargo, la intención del acuerdo de generar al menos 1.3 billones de dólares de una gama más amplia de fuentes es la correcta. Esto es una inversión, no una limosna.

Recaudar 1.3 billones de dólares al año requerirá nuevas fuentes de financiación mediante impuestos de solidaridad global, más ambición por parte de los bancos multilaterales de desarrollo y mayores esfuerzos para movilizar la inversión privada. También importa a dónde va el dinero. Los países más pobres y vulnerables no están recibiendo lo suficiente, y necesitamos un mejor acceso para las mujeres, los pueblos indígenas y las comunidades locales.

COP29 fue débil en la transición hacia fuentes de energía libres de combustibles fósiles. Los países ricos en petróleo deben darse cuenta de que sus esfuerzos por retrasar lo inevitable fracasarán. La transición hacia la energía verde ha logrado un impulso imparable, impulsada por precios competitivos y la demanda del mercado.

Está claro que el proceso de la COP necesita reformas para facilitar que se tomen, implementen y supervisen las decisiones. Necesitamos acciones, no más palabras. Con un liderazgo fuerte de Brasil, tenemos la oportunidad de acelerar el progreso necesario antes de la COP30 en Belém. Los países del G20, en particular, deben intensificar su compromiso de movilizar más financiación climática y reducir las emisiones más rápidamente. No desaprovechemos el poco tiempo que tenemos. Más tarde es demasiado tarde.

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