Las vidas palestinas e israelíes deben valorarse por igual en la respuesta mundial a la crisis, advierten los Elders
13:00 BST, 25 de octubre de 2023, Londres
COMUNICADO
Los Elders condenamos los horrendos ataques terroristas lanzados por Hamás el 7 de octubre de 2023, el asesinato de civiles inocentes, la retención de rehenes y los continuos ataques indiscriminados con misiles contra Israel. Son atrocidades masivas cuyos autores deben ser llevados ante la justicia, preferiblemente ante un tribunal.
También condenamos el inaceptable castigo colectivo por parte del gobierno israelí a la población de Gaza mediante el asedio, la magnitud del asalto militar y el número de muertos que ha dejado, el desplazamiento forzado de civiles dentro del territorio, así como las continuas incursiones y demoliciones de tierras y viviendas en Cisjordania y la violencia de los colonos contra las comunidades palestinas. Estos no son actos legítimos de autodefensa; son claras violaciones del derecho internacional humanitario, algunas de las cuales constituyen atrocidades por las que deben exigirse responsabilidades penales.
Los pueblos palestino e israelí están conectados por la historia, la geografía y por una herencia de sacrificio y sufrimiento. La crisis actual ha provocado dolor y traumas inimaginables para ambas partes, que exigen la compasión y el respeto del mundo entero. Las vidas israelíes y palestinas tienen el mismo valor.
La historia, la moral y la experiencia política nos obligan a enviar este claro mensaje: no se puede responder a una serie de crímenes con más crímenes.
Como lo ha advertido el Presidente Biden, Israel no debe repetir los errores cometidos por Estados Unidos tras los atentados terroristas de Al Qaeda del 11 de septiembre de 2001, el peor de los cuales fue la invasión de Irak. Tratar de derrotar al terrorismo solo mediante la acción militar es, la mayoría de las veces, un terrible error que conduce a más terrorismo, extremismo y violencia. Una incursión terrestre de las tropas israelíes en Gaza podría causar un gran número de víctimas civiles, además de las miles de vidas que ya se han perdido, y podría desencadenar una escalada del conflicto a nivel regional.
Hay que romper los ciclos de violencia e impunidad, y la comunidad internacional debe ser contundente en cuanto a que todos los acusados de crímenes atroces de ambos bandos deben responder penalmente.
Los líderes han eludido durante demasiado tiempo sus responsabilidades en este conflicto. Todas las partes comparten la culpa de haber apagado la esperanza. Treinta años después de los acuerdos de Oslo, no se vislumbra ningún horizonte político hacia una solución de dos Estados que pueda poner fin a la ocupación israelí de los territorios palestinos y garantizar la seguridad de Israel.
Los dirigentes no pueden seguir viendo este conflicto principalmente a través del lente de las divisiones geopolíticas, en lugar de verlo a través de los valores de la Carta de la ONU. El hecho de que el Consejo de Seguridad de la ONU haya sido incapaz hasta ahora de ponerse de acuerdo sobre una resolución y pedir un cese al fuego, mientras se pierden miles de vidas, es un incumplimiento de su deber fundamental. Como Elders, hacemos un llamado a un cese al fuego inmediato, al restablecimiento de los suministros esenciales de agua, alimentos, medicamentos y combustible a Gaza, y a la liberación de todos los rehenes en poder de Hamás.
La normalización de las relaciones entre Israel y algunos Estados árabes no será exitosa si la autodeterminación y la condición de Estado de Palestina no ocupan un lugar central. En este sentido, la reactivación de la Iniciativa de Paz Árabe de 2002 y la aplicación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU ofrecen una opción viable hacia la estabilidad y la reconciliación en la región.
Esta hora oscura debe ser un catalizador para el cambio.
Como Elders, apoyamos a quienes acogen el diálogo político y la justicia amparados en la ley, y nos mantenemos firmes en los valores de los derechos humanos y la coexistencia pacífica.
FIN
Mary Robinson, former President of Ireland and Chair of The Elders
Ban Ki-moon, former UN Secretary-General and Deputy Chair of The Elders
Graça Machel, Founder of the Graça Machel Trust, co-founder and Deputy Chair of The Elders
Gro Harlem Brundtland, former Prime Minister of Norway and former Director-General of the WHO
Helen Clark, Former Prime Minister of New Zealand and head of the UN Development Programme
Elbegdorj Tsakhia, former President and Prime Minister of Mongolia
Zeid Ra'ad Al Hussein, former UN High Commissioner for Human Rights
Hina Jilani, Advocate of the Supreme Court of Pakistan and co-chair of the Taskforce on Justice
Ellen Johnson Sirleaf, former President of Liberia and Nobel Peace Laureate
Ricardo Lagos, former President of Chile
Juan Manuel Santos, former President of Colombia and Nobel Peace Laureate
Ernesto Zedillo, former President of Mexico
ENDS
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